domingo, 21 de abril de 2019

La mancha


Todo empezó con una mancha. Era pequeña, del tamaño de una lenteja pero de una forma más irregular y su color variaba entre el grisáceo plomizo y el verde oscuro. Tenía una textura indefinida, muy similar al descarne de un cuero de vaca, eso es lo que me pareció en un principio. Surgió en una de las paredes laterales de mi cuarto de un día para el otro. Al principio, supuse que se trataba de una mancha de humedad y minimicé el hecho, ya que el diminuto tamaño no meritaba mayor preocupación de mi parte. En ese momento no imaginaba, que aquella insignificante alteración de color en la pared, iba a desatar unos de los acontecimientos más aterradores y extraños que haya vivido en toda mi vida.

Ese día me olvide de aquel sombreado apenas perceptible y me fui a trabajar como de costumbre. En el trayecto, compre el diario como lo hacia todas las mañanas en el quiosco de don Saverio y lo fui leyendo mientras viajaba en el subterráneo. Las noticias de ese día parecían ser una copia de las del día anterior. Un hombre había sido asesinado de dos balazos en el pecho al resistirse a un robo, un trágico accidente de autos se había cobrado la vida de cinco personas entre ellas, la de dos niños de apenas tres y once años, un paro en los hospitales públicos amenazaba con hacer colapsar el sistema de salud y el presidente seguía su gira por los países de Asia. Según la crónica del día se encontraba en Taiwán, reunido con su par asiático para tratar de cerrar algún negocio de inversión. 

Finalice mi trabajo a eso de las siete de la tarde y antes de regresar a casa pase a visitar a mi amigo Oscar, ya que había quedado con él que a la salida del trabajo iríamos a tomar unas cervezas. El calor había aumentado al igual que la humedad y la sola idea de beber un par de cervezas bien heladas me producía una sensación de placer anticipado. 

Oscar ya estaba en la puerta esperándome, llevaba puesta su clásica Lacoste de imitación, aunque esta se notaba de una calidad bastante aceptable. Solía tener una docena de ellas, de distintos colores y diseños, pero ninguna original. Su pensamiento era tan racional, que muchas veces terminaba por convencerme de que no valía la pena gastar el costo de cuatro imitaciones en una remera original. 

Nos saludamos con el afectuoso abrazo de siempre y partimos rumbo a la confitería que estaba en la esquina a bebernos una refrescante cerveza. Como el calor parecía no querer aflojar y Oscar no quería dejar el vicio del cigarrillo, nos sentamos en una pequeña pero confortable mesa que estaba en la vereda. 
El mozo no tardó en aparecer y al cabo de unos minutos estábamos disfrutando del espumoso y amargo sabor de lúpulo y la malta en nuestras gargantas, ávidas de la refrescante bebida.

Durante las dos horas que estuvimos juntos, bebimos cuatro cervezas y hablamos de un montón de temas, entre ellos de mi reciente separación después de casi ocho años de accidentado matrimonio. Desafortunadamente, Lucia y yo no habíamos podido tener hijos, una papera mal curada en mi mejor estado reproductivo, había acabado con todas mis ilusiones de poder tener descendencia. En nuestros momentos de paz y armonía debatíamos sobre la posibilidad de adoptar un niño, pero nunca pudimos llegar a un acuerdo consensuado. Siempre surgían los peores aspectos de nuestra personalidad y esa conversación que había comenzado de manera amena y civilizada, terminaba, en un duro enfrentamiento verbal e incluso físico, con algún que otro objeto de la casa roto. En el fondo, y a la altura de los acontecimientos que sucederían luego, agradecía a Dios, aunque ahora dude de su real existencia, que aquella papera, me hubiera dejado estéril. 

Luego de despedir a Oscar, regrese a casa como a eso de las de diez y media de la noche, estaba un poco mareado, debido a las cuatro cervezas que había tomado, pero lo suficientemente lúcido como para ir caminando sin inconvenientes. Un leve viento del sur comenzó a levantarse haciendo descender la temperatura en unos cuantos grados, hecho que me dio un poco de respiro al sofocante calor que había sufrido durante todo el día. 

El departamento se mantenía bien fresco gracias al aire acondicionado que permanecía encendido. Lo primero que hice cuando llegué, fue ir a darme una gratificante ducha para luego dirigirme a la cocina a cenar algo, ya que con Oscar solo habíamos bebido. En la heladera no había demasiado, algo de fiambre, un par de tomates a punto de convertirse en conserva y nada más. Retire unos panes de la alacena y con el fiambre y los tomates preparé unos sándwiches que deglutí rápidamente con un vaso de gaseosa bien fría, mientras miraba algo de televisión. El sueño comenzó a vencerme y antes de que me quedara dormido en el sillón del living, apague el televisor y me encamine a mi cuarto con la intención de irme a dormir. 

Cuando encendí la luz, algo hizo que mi atención se desviara hacia la pared lateral. Era la mancha otra vez. Ahora se la veía mucho más grande y oscura, calcule en ese momento, que desde que me fui a la mañana hasta que regrese, la misma había crecido aproximadamente unos dos o tres centímetros, lo que hacia, que ahora fuera mucho más visible. 

Intrigado me acerque a ver que era lo que había sucedido con aquella mácula y comprobé que no solo su tamaño había cambiado sino también su color y su textura. Ahora, el color gris plomo de la mañana se estaba transformado en un verde petróleo muy intenso, casi negro y al pasar la yema de mis dedos sobre ella pude comprobar que ya no tenia la misma estructura al tacto, ahora, era como si tocara una superficie mucho más rugosa, áspera o porosa, incluso, la pintura blanca a su alrededor comenzaba a descascararse y caía en finas laminas sobre piso. Este hecho motivo mi preocupación he hizo que el sueño se fuera diluyendo lo suficiente como para intentar encontrar una explicación a aquella extraña mancha.

Seguí con la idea de la humedad, pues su aspecto, si bien no era exactamente igual, no difería demasiado de las manchas producidas por las filtraciones de agua. Aquello, me significaba un verdadero problema ya que debía encontrar el punto de filtración y llamar a un fontanero para que me lo solucione, y eso implicaba que seguramente tendría que romper la pared, situación que me provoco una profunda molestia de solo pensarlo. De pronto, me di cuenta que por debajo de aquella pared no pasaba ningún caño de trasporte de agua, que yo supiese, por lo que deduje, que el asunto venía de mi vecino el señor Hubert, quien vivía en el departamento pegado al mío. En una actitud de total conformismo, decidí que lo mejor era dormir y mañana a primera hora iría a ver al señor Hubert para contarle lo sucedido y que él haga revisar sus cañerías y repare la filtración. 

El señor Hubert era un anciano de setenta y ocho años que vivía solo, gracias una pensión militar que cobraba como oficial del ejército retirado. Su carácter no era el mejor y varias veces habíamos tendido algún que otro encontronazo por cuestiones relacionadas con la convivencia, pero ninguna había pasado a mayores y siempre habíamos dirimido nuestras cuestiones a la manera de dos caballeros del siglo 18. Estaba seguro que esta vez me costaría hacerle entender que su caño roto estaba produciéndome un grave problema en mi pared, pero no dudaba que gracias a mis buenas dotes histriónicas y de oratoria, lograría convencerle que debía hacerlo reparar cuanto antes y así evitar inconvenientes mayores. 

Esa noche dormí, algo intranquilo, tuve reiteradas pesadillas en las que veía como aquella mancha, ahora de enormes dimensiones y de un rojo sangre, me devoraba como una serpiente cuando se traga a una rata. Esos desagradables sueños, hicieron que me levantara intranquilo, con un cierto escozor recorriéndome todo el cuerpo. 

Lo primero que hice al levantarme fue verificar el estado de la mancha y para mi asombro su tamaño se había triplicado y ahora ocupaba una importante porción de la pared. La blanca pintura parecía ahora una piel enferma, afectada por algún tipo de eczema purulenta que reventaba hacia afuera como las negras pústulas de la viruela. 

La situación se estaba complicando cada vez más y si no actuaba rápidamente, en un corto tiempo la mancha de humedad se extendería por toda la pared como un maligno tumor fulminante, de esos que consumen al enfermo en apenas unas semanas. 

Me acerque a la mancha para observarla con mayor detenimiento y percibí que aquella extensión oscura que se apoderaba de mi blanca pared, poseía algo extraño, algo que no podía comprender ni explicar, pero que me hacia pensar que no era solamente una mancha de humedad. Parecía tener vida, como si reptara por la pared. Inmediatamente, las pesadillas de la noche volvieron a mi mente, ominosas y presagiantes. En solo una fracción de segundos traté de borrar esas imágenes y de racionalizar lo que estaba pasando dentro de la lógica posible, no podía dejar que mi mente divagara con pensamientos fantásticos e increíbles, así que volví a la idea de que aquella mancha no era otra cosa que la filtración de agua proveniente de algún caño roto perteneciente al señor Hubert. ¡Que equivocado que estaba!

Me cambie de ropa, salí al palier y me dirigí al departamento B, con la firme convicción de hablar con el señor Hubert acerca del incidente. Me pare frente a su lustrosa puerta y toque timbre. Si bien el señor Hubert vivía solo, tres veces a la semana hacia venir a una señora para la limpieza y entre unas de sus prioridades era lustrar con cera la puerta de madera de su departamento, al punto de que si no lo hacia era capaz de despedirla. Espere unos segundos y no respondió. Sabia que por su formación militar el señor Hubert padecía la típica sordera del soldado, por lo que supuse que no había escuchado el sonido del timbre, así que volví a tocar con mayor insistencia. Como el señor Hubert no respondió, hice un nuevo intento, esta vez combinando el timbre con golpes a la puerta. Tampoco obtuve resultados. El hecho de que no me respondiera hizo que mis temores se incrementaran. Mire mi reloj y me di cuenta que era la hora en que el señor Hubert solía hacer sus caminatas matinales, por lo que traté de minimizar mi estado de intranquilidad, y como era sábado, decidí que lo mejor era volver más tarde, cuando estuviese de regreso. 

Trate de olvidarme por un rato de aquella confusa situación y me fui a desayunar y a leer el diario en el bar de abajo de casa, como lo hacía todos los días sábados. Luego de desayunar una enorme taza de café con leche con dos medias lunas y haber leído el diario desde la primera hasta última página, regrese al edificio con intención de hablar con el señor Hubert. Volví a golpear su puerta sin obtener ninguna respuesta. Ahora si, comenzaba a preocuparme y a pensar en que quizá el anciano se encontraba muerto en su departamento y que aquella horrible mancha que se filtraban hacia mi apartamento, era producto de los fluidos corporales de la descomposición de la carne muerta. La idea me sonó completamente ridícula, ya que no se percibía ningún olor nauseabundo que me indicara que allí se encontraba un cadáver descompuesto, por lo que desestimé inmediatamente ese estúpido pensamiento.

Me detuve un instante frente a la reluciente puerta del señor Hubert a ordenar mis ideas y ver que era lo mejor para hacer en este caso. Mientras lo hacia, el ruido de ascensor subió lentamente desde la planta baja hasta hacerse perfectamente audible. Se detuvo con el característico ruido de las cuerdas de metal al tensarse. La puerta se abrió y el señor Hubert salió del cubículo del ascensor. Vestía una camisa de mangas cortas de color blanco y unas bermudas azules, su cabello poblado de canas, sobresalía por debajo de una gorra azul oscuro, todo su aspecto era el de un turista extranjero, solo le faltaba la cámara fotográfica colgando de su cuello. Parecía mucho más joven y al verlo pensé en lo bien que llevaba sus setenta y ocho años. Debo reconocer que su presencia me sorprendió. No esperaba verlo, allí parado frente a mi, con su rozagante rostro y su vitalidad manifiesta, como un hombre al que los años lo han tratado con benevolencia. Desde la aparición de la mancha, mi mente había volado demasiado lejos y había tejido infinitas conjeturas, entre ellas la de imaginarlo un cadáver putrefacto, por eso al tenerlo delante de mí, un reconfortante alivio me invadió al saber que no lo estaban consumiendo los gusanos. Al verme frente a su puerta se sorprendió.

- Señor Castello- me dijo con una autoritaria voz que imponía cierto respeto- ¿me busca a mi? 

- Señor Hubert- alcancé a decir sorprendido- en realidad yo... quería hablar con usted por... 

Me detuve, no sabía como continuar, como comenzar a explicarle que el motivo de mi presencia en la puerta de su departamento, era una oscura mancha de humedad en mi pared lindera. 

- ¿Tiene algo que ver con mi Marilyn? – me dijo sin darme tiempo a que pudiera elaborar una explicación plausible. 

Marilyn, era una gata blanca que el señor Hubert tenía como mascota en su departamento. Uno de los tantos problemas por los que habíamos discutido, fue una vez cuando la muy astuta gata se las había ingeniado para saltar a mi departamento aprovechando mi ausencia, una vez dentro hizo uso y abuso de algunos comestibles que había dejado sobre la mesa de la cocina para después rematar su “asalto” con un hermoso regalo que dejó sobre la alfombra del living. Este hecho, motivo que el señor Hubert y yo nos viéramos enfrentados por un largo tiempo. Afortunadamente, las expediciones de Marilyn a mi departamento cesaron y las aguas se aquietaron, en apariencia, aunque la tensión entre ambos, continuó subyacente por espacio de varios meses. 

- No, no tiene nada que ver con su gata- le explique- es por otro tema que necesito hablarle 

El señor Hubert me miro sorprendido, como cuando un niño observa una extraña luz en el cielo y no puede dar crédito de ella. Al ver que sus ojos reflejaban la más pura desazón, comencé a decirle el motivo de mi presencia allí. A medida que le contaba lo sucedido, veía como su rostro iba cambiando de expresión, hasta convertirse en una severa mueca que denotaba preocupación y estupor. 

- Lo que usted me dice no puede ser- argumento cuando finalice mi relato- En mi pared no hay ninguna humedad que pueda estar causando la mancha que usted me cuenta. Esto debe tratarse de algún error. ¿Está seguro que es la pared correcta? 

- Estoy seguro- le retruque en una actitud algo soberbia. Luego me di cuenta de la manera de hablarle y trate de bajar el tono- Tal vez si usted me permitiera pasar a ver... 

El señor Hubert me escudriñó con sus ojos color marrón claro, como estudiándome, en busca de alguna reacción que le hiciera justificar su idea de no hacerme pasar. Finalmente, como vio algo de sinceridad y preocupación en mi rostro, decidió acceder a mi pedido. 

- Está bien – dijo no muy convencido- pase y vea usted con sus propios ojos lo que le acabo de decir. 

Le agradecí con un breve gesto de cabeza, a lo cual el señor Hubert me devolvió el agradecimiento parcamente. Se encamino a su departamento, saco la llave del bolsillo de su bermuda y abrió la impecable puerta. Marilyn salió a recibirlo con un audible maullido, que me hizo recordar a cuando era niño y jugaba hacer ruidos inflando y desinflando un globo lleno de aire. El señor Hubert ingreso a su departamento y yo lo seguí con cierta intranquilidad. 

- Es por aquí – me dijo sin demasiado interés y lo seguí como un becerro recién nacido sigue a su madre. 

El departamento, era idéntico al mío, ya que los arquitectos que habían construido el edificio así lo habían planificado en una clara demostración de que podían ahorrar espacio y abaratar costos. Un vez adentro, me di cuenta que el señor Hubert no disponía de demasiados muebles y que solo tenía los indispensables para una subsistencia confortable y nada más. Allí no había grandes lujos, no sobraban los aparatos electrónicos, sólo un televisor a color Zenith, de los primeros modelos fabricados en los años 80 y una vieja y aparatosa radio Noblex 7 mares era todo lo que allí se podía ver. Los muebles eran también antiguos pero se notaban, de una buena calidad. Una mesa de madera, tan brillante como la puerta, con cuatro sillas forradas en pana verde, coronaba un living despojado de cualquier otro mobiliario. Solo un par de cuadros con antiguos marcos, resaltaban en una de las paredes laterales. 

El señor Hubert ingresó en su habitación y yo fui tras él. Una cama matrimonial, del mismo estilo que la mesa y sillas de living, se ubicaba en el centro del cuarto acompañada de una pequeña mesa de luz y un velador de noche. No había nada más. Aquello, a decir por la austeridad exhibida, parecía un cuatro de hospital público, pero con muebles de estilo. 

- Esa es la pared- dijo el señor Hubert en tono triunfal- dígame, ¿en donde ve usted alguna mancha de humedad? 

Observe la pared y no vi ninguna mancha de humedad sobre ella. La blancura era tal que cualquier imperfección, por más pequeña que sea, se hubiese notado desde un kilómetro de distancia. Me quede completamente anonadado. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Aquella pared no parecía tener ningún problema de filtración alguna, incluso suponiendo que el desperfecto estuviera de mi lado, tampoco se veían rastros de que se estuviese filtrando agua para este sector. El señor Hubert me miraba con aire de “ganador” y una actitud de total soberbia. 

-¿Y qué me dice? – volvió a decir, reafirmando su triunfo 

Realmente estaba abatido, como si un enorme boxeador de peso pesado, me hubiera dado un “appercat” en la mandíbula y arrojado a la lona. Todo a mí alrededor se empezaba a derrumbar y las explicaciones racionales comenzaron a esfumarse de mi mente, como un halo de vapor en una mañana de frío invernal desaparece de la boca. Surgieron entonces los pensamiento más irracionales, esos que uno generalmente intenta desechar por no tener ningún tipo de lógica, esos que uno encuentra en lo cuentos o novelas de terror y que pueblan la imaginación de niños y adolescentes. 

¿Qué era realmente todo esto? 

Intenté argumentar que quizá aquella no era la pared correcta, pero el señor Hubert, en una actitud de completa seguridad, me llevo en un recorrido por todo el departamento para que inspeccionara, una a una, todas sus dependencias. En ninguna pared pude observar una mancha que me llevara a alguna conclusión posible. Desilusionado me despedí del señor Hubert con una sincera disculpa y la amarga sensación de la derrota. Sentía una gran incertidumbre y un profundo temor, respecto a que era lo que se estaba extendiendo sobre la pared de mi cuarto. 

Al ingresar en el departamento, me pareció oír un extraño sonido, algo similar a una garra rasgando la madera. Aquel misterioso ruido me atemorizo, debo reconocerlo, pero me recompuse de inmediato y avancé en dirección al dormitorio. Antes de ingresar, volví a sentir el mismo ruido, pero esta vez fue más fuerte, era como si una enorme cucaracha corriera a esconderse de luz. Aunque estaba visiblemente asustado, abrí de golpe la puerta para ver que era lo que estaba causando el misterioso y espeluznante sonido, al hacerlo, alcance a vislumbrar en una fracción de segundo, como un huesudo brazo desaparecía dentro de la mancha, que ahora de extendía por casi toda la pared. El desagradable brazo, parecía tener un color pálido azulado, similar al de la piel de un cadáver y estaba cubierto de varios moretones del tamaño de una moneda, incluso más grandes. También pude observar que de la punta de sus dedos, si se le podían llamar dedos, colgaban una especie de apéndices, parecidos a las garras de un animal. 

Sencillamente aquello que acababa de ver con mis aterrados ojos, no podía ser real, no podía estar sucediendo realmente. Pero ahí estaba yo, contemplando como la blanca pared que lindaba con el departamento del señor Hubert, era ahora una repugnante mancha negra y pestilente. En su centro, una masa gelatinosa similar a un purulento absceso a punto de estallar, borboteaba como la lava de un volcán ardiente. Todo aquel espectáculo era verdaderamente horroroso y desagradable. Me di cuenta que la mancha se movía como un ser vivo y que se iba extendiendo con rapidez por las paredes laterales. En unos pocos minutos todo el cuarto estaría infectado y eso seguramente sería el fin. Salí corriendo de la habitación con el corazón latiéndome con fuerza y cerré la puerta con llave. Estaba como hipnotizado, no sabía que hacer, a donde ir o a quien recurrir. Me hallaba realmente espantado. La imagen del brazo hundiéndose en la espesa y verdosa gelatina, me causaba un verdadero escalofrío. 

¿Qué era aquel ser que había visto desaparecer dentro de la mancha? ¿Seria peligroso? ¿Habría más? 

Muy asustado y confundido fui hasta living, tome el teléfono y llame a Oscar. Como pude, le explique lo que estaba pasando, al principio, solo emitió una incómoda risita entrecortada y luego me dijo.

- ¿Es una broma, verdad? 

- ¡No, no es una broma!- respondí con la seriedad que merecía el caso- ¡veinte urgente! 

Corté la comunicación con Oscar y me di cuenta que todo mi cuerpo temblaba, como un vaso de agua en medio de un terremoto. Mire hacia la puerta, y un terror primigenio y ancestral me invadió de repente. 

¿Qué cosas estarían sucediendo allí detrás? ¿Qué horrores, surgidos del mismo infierno pulularían por la habitación? 

Mientras pensaba en todo eso, escuché como si algo, o alguien caminaran en el interior del dormitorio, era un sonido, débil, pero lo suficientemente perceptible como para aterrarme. Quise arrimarme para oír mejor pero estaba realmente paralizado por el terror y no podía dar un paso. ¿Qué era ese aterrador sonido? ¿Seria nuevamente ese ser saliendo de la pared? 

El timbre me sobresaltó, cuando me pude recomponer fui hasta el portero eléctrico y le abrí a Oscar. Este subió al cabo de unos minutos y se paro frente a mí con la incredulidad de un ateo.

- Así que tenes una enorme mancha en tu pared y un demoníaco ser acaba de salir de allí para invadir tu departamento- me dijo con una sonrisa burlona recorriéndole el rostro 

- Porque no entras y lo ves con tus propios ojos- le dije muy serio- Ahí hay algo caminado y estoy seguro no es de este mundo 

Oscar, como persona racional y pragmática que era, no dio crédito a lo que acababa de decirle y me pidió la llave. Al principio no quería dársela pero luego al ver su insistencia accedí. Oscar tomo la llave y se encaminó hacia la puerta de la habitación. 

- No entres ahí- le dije con un nudo apretando mi garganta- puede ser peligroso 

- Amigo -me dijo- el peligro está en la calle, es de la gente de quien hay que cuidarse 

Lo que sucedió después fue todo muy rápido, apenas Oscar abrió la puerta pude ver lo que salió de la pared y lo tomo por una de las piernas. Era como una especie de largo brazo gelatinoso con un color verde oscuro, no podía definir bien la forma, pero en la primera impresión eso fue lo que me pareció. El brazo, o lo que fuera, comenzó a sacudir el cuerpo de Oscar como un simple juguete, moviéndolo de un lado para otro, luego lo arrastró hacia adentro. Oscar se tomó con los dos brazos del marco de la puerta en un intento de evitar ser arrastrado por esa monstruosa criatura, pero fue inútil, la increíble fuerza se lo llevo sin demasiado esfuerzo. Yo estaba completamente horrorizado, Oscar gritaba como un cerdo a punto de ser sacrificado y sus gritos me enloquecían y no me dejaban pensar ni actuar, era realmente un espectáculo apocalíptico y yo no podía dar crédito a aquello que estaba observando. Un segundo brazo, apareció de la nada y tomó a Oscar por el cuello. Sus ojos me miraron como pidiendo clemencia, pues sabía que iba a morir de la manera más espantosa.

Nunca olvidare aquellos ojos llenos de horror y como aquel poderoso brazo presionó sobre su garganta, cada vez con más fuerza hasta que pude oír el “crack” de su cuello quebrarse como si fuera una galleta. En ese instante Oscar dejo de gritar. Por la fuerza del golpe supuse que su muerte fue instantánea y en alguna medida esa tonta suposición me hizo pensar en que mi amigo había tenido una muerte sin dolor. Solo fue un instante, porque cuando comprendí la real situación me sentí desvanecer, las piernas se me aflojaron como dos cuerdas que se cortan abruptamente y me desplome al suelo, semi inconsciente, como si un fuerte narcótico hubiera hecho estragos en mi cerebro en apenas segundos. Desde el piso y en un estado de total confusión, observé como el cuerpo ya sin vida de Oscar era cubierto completamente por una masa gelatinosa informe y pestilente. Era evidente que se lo estaba devorando, ya que podía ver como un charco de espesa y sangre negra se iba explayando por el suelo como una extensión de la misma mancha. Después todo fue oscuridad.

No sé cuanto tiempo estuve inconsciente, solo recuerdo que cuando desperté, ya no estaba mas en mi cuarto, alguien me había sacado de allí. De pronto, recordé el momento en que mi amigo Oscar había sido devorado por aquella extraña criatura y el sólo hecho de recordarlo me produjo una sensación de escalofrío que recorrió parte de mi cuerpo he hizo erizar los cabellos de la nuca y la piel. 

Lo que había vivido era difícil de aceptar de una manera racional, todo parecía ser más bien una historia salida de la imaginativa mente de Howard Philips Lovecraft o Edgard Allan Poe, aunque en lo profundo de mí sabía que todo lo sucedido no era un fantástico relato, sino una cruel realidad. 

Lo que vino de después fue más aterrador aún, la voraz mancha siguió creciendo y se convirtió en una amenaza incontrolable para la humanidad. El setenta por ciento de la población mundial se vio afectada por el pavoroso monstruo y los científicos hasta ahora no han encontrado la manera de detenerla. 

Después de aquella traumática experiencia, me he recluido en un antiguo templo desde donde estoy escribiendo este sintético relato para que si alguien alguna vez lo encuentra, conozca la historia y sepa porque la raza humana pudo desaparecer de la faz de la tierra. Espero que la hambrienta mancha tarde algún tiempo más en llegar hasta aquí… aunque desde hace unos días en una de las paredes del monasterio estoy empezando a notar una pequeña mancha color gris plomizo…. 











sábado, 19 de agosto de 2017

Ángeles guardianes entre nosotros

¿Salvados por un ángel? 

Se dice que cada uno de nosotros nacemos con un ángel de la guarda asignado y que ese ser de luz tiene la misión de protegernos durante el tiempo de vida que tengamos. Muchas son la religiones que creen en esta protección divina, siendo la religion católica la que mas lo hace. De hecho hay una canción sobre el ángel de la guarda, la cual se canta a los niños momentos antes de que se duerman.

Para los que creen en el plano espiritual el ángel de la guarda es una verdadera protección invisible. ¿Pero es realmente asi? ¿son realmente invisibles los ángeles guardianes?

Recientemente se difundió un video de una cámara de seguridad en donde se ve como un ser sobrenatural salva a una niña de ser atropellada por un automóvil al intentar cruzar una ruta. El video es muy extraño y puede dar motivo a la discusión sobre su veracidad. Como es sabido los efectos digitales estan muy avanzados y es posible trucar cualquier imagen, haciendo que el espectador no sepa si lo que está viendo es real o no.

No es la primera vez que se muestra un "salvataje" de estas características, por lo que es probable que sea un video trucado y obra del mismo autor. No obstante, la duda siempre estará presente y en definitiva todo se reduce a una cuestión de fe, como expresa la biblia en el libro a los Hebreos capítulo 11 versículo 1 "Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve"




domingo, 5 de marzo de 2017

Figura humana en los cielos de Zambia

Mas allá de los límites

Siempre que un hecho paranormal es retratado en una fotografía o grabado en un video  las especulaciones y las  burlas comienzan  a circular como reguero de pólvora por la redes. Lo sucedido en Zambia, África es bastante llamativo y extraño como para en principio, dudar de la veracidad de los hechos.
Durante 30 minutosa los asistentes a un centro comercial de ese ciudad africana, se vieron sorprendidos por la presencia de una extraña figura semi humana de más de 100 metros y proyectada sobre un cielo nuboso.


Si uno ve las fotografías sacadas en el el lugar inmediatamente tiende a sospechar que se trata de algún truco fotográfico o de alguna proyección holográfica sobre las nubes. Según  los testigos del insólito suceso dan fe de los sucedido y no logran encontrarle una explicación lógica y razonable a lo que vieron. 

La  misteriosa figura no hizo otra cosa que flotar sobre los cielos y permaneció inmóvil durante el tiempo que fue vista por la gente, lo que me hace sospechar de una proyección sobre la cortina de nubes, que si  ven bien las fotos van a notar que eran uniformes, creando de esa forma una pantalla perfecta para la reproducción holográfica.

Igualmente y como digo siempre que escribo sobre hechos similares, uno debe tener la mente abierta y entender que existen cosas fuera de este de mundo que escapan a nuestra compresión como humanos mortales y  que en raras ocasiones se  muestran para mostrarnos que otra realidad existe más allá de nuestros límites.   

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viernes, 27 de enero de 2017

¿Milagro en General Las Heras?

Aparece figura de Jesús en un tronco recién talado

Una frase que define perfectamente  a la fé religiosa es esa que dice. "La fe es la expectativa de aquellas cosas que no se ven", por lo tanto cuando hablamos de temas en donde la fe en alguna creencia de origen divino está involucrada, es necesario utilizar la prudencia, mantener la mente abierta y entender que dentro del mundo de los milagros celestiales cualquier cosa puede suceder.

Es el caso de lo sucedido en la localidad bonaerense de General Las Heras en donde luego de talar unos árboles en un  terreno baldío, en una de las marcas hechas por el hacha en la base del tronco de uno de los árboles caídos, apareció grabada la imagen de Jesús. Este suceso conmocionó a la gente de la localidad quienes inmediatamente comenzaron a subir las fotografías a la redes sociales, las cuales se viralizaron  rápidamente.  
Imagen de Jesús en el tronco

No es la primera vez  que suceden hechos de esta naturaleza, es muy común que figuras de la Vírgen María aparezcan en alguna deformidad de un viejo árbol, incluso ha aparecido el rostro de Jesús en una tostada quemada,  pero esta es la primera vez que un ícono religioso cristiano se deja ver en las heridas de un árbol recién talado.

Hasta ahora ninguna autoridad religiosa se ha pronunciado al respecto y por el momento es apresurado hablar de un "milagro".  Las autoridades eclesiásticas deberán constatar si la figura es realmente milagrosa o si se trata de una broma hecha por alguna persona con dotes de artista.

Por el momento la figura de Jesús está allí en la base del árbol, como pidiendo en un gesto mas universal que local, que se termine de una buena vez con la tala indiscriminada de árboles.        

miércoles, 25 de enero de 2017

Ovnis sobrevuelan el Air Force One

¿Donald Trump escoltado por extraterrestres?

La seguridad del presidente norteamericano es sin ninguna dudas una de las más efectivas y celosas del mundo. Después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 se han mejorado las formas y las técnicas utilizadas para garantizar que  la vida del primer mandatario y la seguridad Nacional no sen vulneradas, es por eso la imágenes que se grabaron del avión presidencial que transportaba al flamante presidente electo Donald Trump minutos antes de aterrizar son realmente llamativas.

No es la primera vez que el Air force one es escoltado por naves extraterrestre u objetos voladores no identificados, pero en ninguna de las anteriores grabaciones o fotografías se puede ver con  la claridad  de esta grabación.



En las imágenes se ve cómo el avión presidencial es escoltado por dos objetos voladores muy diferentes el uno del otro. Uno de ellos, que es el más pequeño parece tener una forma triangular y su desplazamiento no se ajusta en absoluto a ninguna nave voladora terrestre conocida, ya que acompaña al avión hasta un determinado momento y luego desaparece entre las nubes muy rápidamente. El otro objeto volador es el que más tiempo está en imagen y llega a verse en un tamaño realmente grande, para luego, segundos antes de que aterrice el avión presidencial, desaparecer.

Por supuesto que en estos tiempos en donde la tecnología digital, permite a cualquier usuario con un poco de ingenio y práctica  trucar cualquier foto o video, la veracidad de ésta grabación puede generar dudas, en especial al no haber ningun dato de quien la grabó y si realmente ese es el Air force one con Donald Trump adentro.  

Igualmente, la grabación es bastante clara y permite al menos pensar que, si bien puede ser un truco bien realizado, tambien podría ser real. Para quienes creemos en la existencia de extraterrestres y abonamos la teoría de los antiguos astronautas, este video es más que sugestivo, puesto que como ya lo mencioné antes, no es la primera vez que naves alienígenas controlan los hechos trascendentales que suceden en nuestro mundo. Las imágenes están,  usted es quien decide. 

viernes, 30 de diciembre de 2016

Agujero de gusano absorbiendo una nave extraterrestre

Los agujeros de gusano hasta ahora son solo una teoría que los investigadores del universo y la física cuántica  han podido explicar en los experimentos de laboratorio y en las ecuaciones matemáticas, pero no en la realidad. Recientemente se ha difundido en Internet un video de un extraño fenómeno ocurrido el 01 de diciembre de este año en  el estado de Arizona, el cual nuestra como un desconocido objeto luminoso es absorbido hacia el espacio hasta desaparecer dentro de lo que parece ser un agujero de gusano. 

Por supuesto que como todo video promocionado en Internet existen grandes posibilidades de que sea uno de los tantos  denominados "fakes", aunque las posiciones de los expertos en ufología  están divididas y hay quienes afirman que es una broma hecha con  con buenos efectos digitales, mientras que otros aseguran que el video es real y que de hecho la zona de Arizona es uno de los tantos puntos del mundo en donde existen bases extraterrestres y con mayor movimiento de objetos voladores no identificados. 


El video resulta realmente asombroso y parece no estar trucado, lo llamativo y esto es lo que quizá le haga perder cierta credibilidad, es que no hay datos de quienes fueron las personas que lo grabaron, ni testimonios o testigos presenciales del extraño suceso que puedan corroborarlo. Habrá que esperar y ver si esto tiene mayor trascendencia y los testimonios empiezan a  hacerse públicos. Por otro lado el video debería ser puesto en manos de expertos en modificación de imágenes para que digan si lo que allí se está viendo es real o no. Por el momento la grabación es más que inquietante y se ajustan bastante a las teorías de lo que es un agujero de gusano en acción. ¿Ustedes que opinan?    

sábado, 21 de mayo de 2016

El misterioso hombre polilla

El mensajero de la muerte

Desde que en el año 2002 apareciera el filme The Mothman Prophecies del director Mark Pellington y protagonizada por Richard Gere, el misterioso Hombre polilla comenzó a ser noticia. Hasta ese momento nadie sabía demasiado sobre este extraño ser y poco se conocía sobre sus  distintas apariciones en diversas partes del mundo, incluso sobre el hecho que relata el filme ocurrido el 15 de diciembre de 1967 en la localidad de Point Pleasant, Ohio en el Silver Bridge, puente que cruza el río Ohio, donde sucedió una lamentable tragedia al romperse el puente y murieron 38 personas al caer a las heladas y profundas aguas del río.

¿Pero quién es el Hombre polilla y qué relación tiene con esta y otras tragedias ocurridas en diversas partes del planeta? 

La ciencia no tiene explicación alguna respecto al origen de esta mítica criatura, son solo especulaciones de pseudocientíficos lo que hay hasta ahora, pero ninguno puede elaborar una teoría que dé una respuesta aceptable a sus misteriosas apariciones o se lo pueda incorporar como un animal aún desconocido dentro de la criptozoología. Solo existen algunas fotografías y muchos testimonios de testigos que dicen haberse cruzado con la terrorífica presencia, lo que empieza a hacer del mito una posible realidad.

Fotografía del hombre polilla sobre un puente

La mayoría ven en el Hombre polilla a un ser destinado a traer desgracias y muerte, otros, con un visión un poco más esperanzadora, lo ven como un mensajero enviado a advertir las tragedias. Nada de esto puede ser comprobado, lo único que se puede decir que sus apariciones están directamente relacionadas con hechos trágicos en donde se pierden muchas vidas humanas. Se dice que su presencia fue reportada antes de eventos catastróficos como la explosión de la central atómica de Chernobyl, Ucrania en 1986, el ataque suicida a las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York en el año 2001, y por supuesto en el derrumbe del puente Silver en Point Pleasant en 1967.

Fotografía del hombre polilla en San Sebastián Bernal, Querétano, México 

Los que lo han visto, que son muchos, coinciden en que su aspecto es realmente aterrador y que su altura supera los dos metros, pero lo que mas llama su atención son las enormes alas y los brillantes ojos rojos, los cuales según dicen, tienen poderes hipnóticos.

Mito o realidad el Hombre polilla o Mothman, como tambien se lo conoce, sigue haciendo de las suyas y últimamente se lo ha visto, y se lo ha captado en una contundente fotografía, en el pueblo de San Sebastián Bernal en el estado de Querétano, México. Hasta ahora nada raro ha sucedido en esa localidad, pero habrá que esperar, ya que en Point Pleasant, las apariciones comenzaron un año antes de la trágica caída del puente Silver.